Al despuntar el alba del vigésimo octavo día del cuarto mes del anno domini 2018 la mesnada de arqueros procedentes del reino de Rivas, tras largo viaje a lomos de sus caballos de metal, se apostaron frente a las puertas del Castillo de Don Alvaro de Luna. Hermosa fortaleza de origen gótico. Vigilante de la Villa desde lo alto de su monte, después de más de 500 años se mantiene majestuosa y regia como el primer día. La horda de arqueros ripense llegaron ataviados con sus mejores atuendos y flechas, ansiosos de demostrar su valía en el arte del arrojo de flechas y dar a conocer sus habilidades en el viejo y noble arte de la arquería.
Comienza el torneo. Flechas van y flechas vienen. A lo largo de todas las pruebas se oyen los uy!!! y los toma en el centro!!. Prueba tras prueba se va demostrando la habilidad arqueril que cada uno poseemos ponemos a prueba toda la puntería y habilidad.
Tras el torneo viene el momento del descanso en hermandad arquera. Nos damos sitio en el salón del reino donde se comparte, pitanzas y vinos mediante, jugadas del torneo y experiencias arqueriles y vitales con propios y extraños.
Llega el momento de los reconocimientos y sorteos previos al regreso a lomos de nuestros caballos metálicos no sin venir con el estómago lleno y el corazón repleto de energía para citarnos el año que viene. Dios mendiante….
Salud y buenas Flechas….
Carlos Vara, Cronista Oficial