TÉCNICA Y ESTILO
LAS DIFERENCIAS ENTRE TÉCNICA Y ESTILO
La diferenciación entre los conceptos de técnica y estilo podemos valorarla como uno de los muchos temas controvertidos en el tiro con arco. Podríamos decir que el término “TÉCNICA” hace referencia una serie de principios por los cuales se pretende definir cuales son las acciones necesarias por parte del arquero para sacar el máximo partido al rendimiento de los materiales (básicamente, arcos y flechas) con los que está trabajando. Cada uno de los gestos técnicos está relacionado con un aspecto determinado, por ejemplo la suelta de la cuerda, la posición de la cabeza en relación con el visor, la posición de los hombros, etc…
Por otro lado podríamos decir que el término “ESTILO” hace referencia a los ajustes que un arquero debe hacer para que sus características personales (diferentes de todos los demás arqueros) se acoplen con cada uno de los gestos técnicos. Además podríamos englobar en este apartado aquellos elementos relacionados con los aspectos psicológicos, y que tienen que ver con el control de los tiempos de tiro, la impulsividad, la concentración, los rituales de tiro, etc.
La línea divisoria entre técnica y estilo, es muy delicada. Vemos en demasiadas ocasiones como bajo la disculpa del estilo se enmascaran muchos defectos técnicos. Ante esto la primera regla a tener en cuenta supondría que un estilo personal NO DEBERÍA DESVIRTUAR LA TÉCNICA DE TIRO.
Resulta demasiado cómodo ahorrarse gran parte del esfuerzo que supone adquirir y mantener una buena técnica bajo la justificación de que “ese es nuestro estilo de tiro”. La finalidad de este artículo radica en ayudar a concienciar al arquero de la diferencia entre ambos términos y de asumir que independientemente del estilo que nos defina tenemos que trabajar por mantener una depurada técnica de ejecución.
Podríamos englobar dentro del concepto de estilo, entre otros, los siguientes elementos:
- Forma de montar la flecha en el arco.
- Tiempos de ajuste en colocación de postura básica.
- Mantener los ojos abiertos o cerrados durante la concentración previa.
- Tener un ritmo de tiro concreto y ajustado a nuestro parecer o características físicas.
- Hacer una pretensión más o menos larga.
- Rituales previos al tiro.
Todos y cada uno de estos elementos afectan al tiro de forma indirecta pero no alteran el gesto técnico.
Tendríamos otros elementos que si bien afectan al tiro de forma directa, están más relacionados con los gustos o sensaciones del arquero y que también podrían prácticamente englobarse en esta categoría o cerca de ella, entre estos encontramos elementos como:
- Tipo de dactilera que utilicemos.
- Tipo de dragona o de protectores.
- Utilización o no de botón de boca.
- Tirar con plataforma o sin ella.
- Tirar con separador de dedos o sin él.
- Trabajar con empuñaduras altas, medias, bajas o tuneadas.
Por último hay elementos que parecen estar relacionados con el estilo, pero que determinan aspectos musculares o fisiológicos y que no deberíamos encuadrar en el apartado estilo, aunque lo parezca, puesto que condicionan enormemente el resultado final. Algunos de estos elementos están relacionados con:
- La forma de subir el arco.
- La posición de partida antes de tensar (alta, recta, baja, directa, radial, etc.).
- La forma de utilizar la respiración.
- La mayor o menor separación de las piernas.
Dentro del apartado de técnica queda todo lo relacionado con las direcciones de tensado y suelta, el manejo de la continuidad en el tiro, el tipo de agarre de cuerda, la posición de cada uno de los elementos corporales, la decisión en la suelta, el empuje del brazo de arco o el crecimiento en el paso del clicker, el tensado recto o radial, la regulación de los pesos y centros de gravedad, etc.
Sólamente falta aclarar que hay un tercer concepto que se diferencia de los dos anteriores y que afecta también directamente al tiro y tiene que ver con la regulación del material. Una buena técnica y un estilo depurado, no compensan los defectos de un material mal regulado. De la misma forma, un material bien regulado no se comporta de igual forma con unas técnicas u otras, dado que los elementos técnicos condicionan el tipo de regulación. Esto mismo ocurre en menor medida con el estilo del arquero, aunque a mi parecer este último condicionamiento es menos importante.
Algunas cuestiones a tener en cuenta
A la hora adquirir un patrón personal de tiro nos vemos influidos por algunos aspectos que condicionan el resultado final del estilo.
Los aspectos condicionantes no siempre favorecen que nuestra forma de ejecución sea la más adecuada. Por ejemplo pongamos atención en el ritmo de disparo. Dependiendo del tipo de arco con que estemos trabajando el ritmo de disparo es diferente. No afecta del mismo modo retener el arco desde su apertura hasta la suelta unos 8 segundos, si el arco es recurvado que si el arco es compuesto.
En el caso de los arcos compuestos es muy habitual ver arqueros que mantienen y superan este tiempo durante la fase de apuntado, pero en el arco recurvado esto supone tener que aguantar el 100% de la potencia del arco en el momento menos adecuado, es decir cuando hay que estabilizarse sobre el objetivo del disparo. En esta modalidad por tanto es imprescindible tener una buena capacidad física para poder mantener el arco abierto el tiempo que resulte necesario y bajo las condiciones climáticas que se presenten (frio, humedad, viento, calor, etc.)
Vemos por tanto que la condición física va a condicionar la forma de tiro, si no tenemos la fuerza necesaria, tenderemos a realizar disparos de forma apresurada, al igual que nos costará bajar el arco cuando estemos mal posicionados por el agotamiento que supone el volver a subirlo de nuevo. Este estilo “apresurado” no favorece el tiro. Aquí la duda sobreviene en la forma de entrenar. Al tener poca fuerza queremos tirar muchas flechas para potenciar, pero al tirar muchas flechas deprisa, vamos automatizando un estilo del que luego no sabemos salir durante las competiciones. A mi parecer lo mejor es tirar siempre las flechas a un ritmo adecuado y controlando los tiempos de descanso entre flechas, y complementar el entrenamiento con otros ejercicios de potenciación, ya sea en gimnasio o con el propio arco (baterías ucranianas por ejemplo), de esta manera conseguiremos adquirir la forma física necesaria sin automatizar vicios dificiles de quitar. Todo lo cual no quiere decir que el tiempo en que disparemos sea excesivamente largo, pero deberemos manejar unos mínimos y unos máximos orientativos. En arco recurvado y dependiendo de cada arquero el disparo debería ejecutarse aproximadamente en unos seis segundos desde que se levanta el arco hasta que se suelta, unos diez o doce segundos aproximadamente si contamos la preparación previa
La condición física no solamente afecta al ritmo de disparo. Por ejemplo, según que técnica estemos manejando, la pretensión del arco resulta más conveniente hacerla larga o corta. En este sentido una pretensión larga supone de partida asumir una gran cantidad de libras antes de iniciar el gesto de apertura definitivo, mientras que una apertura corta es más relajada. Los más expertos aconsejan hacer la apertura a la distancia en que menos tiembles y más cómodo te sientas, pero esto también va a estar relacionado con tu forma física. Mi consejo es trabajar la condición física hasta que cualquier apertura te resulte cómoda. Personalmente a mí, una apertura larga me ayuda a mantener mejor colocada la mano de arco, fijar la forma de agarre en la cuerda y a tirar mejor con la espalda.
También conviene comprender que cuanto más exigente resulte la técnica menos espacio queda para el estilo. Algunos elementos técnicos están relacionados con aspectos mecánicos que no permiten elección en el estilo. Alguno ejemplo al respecto lo podemos encontrar en la postura del codo de cuerda. Durante algún tiempo se tendía a pensar que el codo un poco elevado favorecía la suelta, sin embargo parece haber evidencias que desaconsejan esta posición por motivos anatómicos. En la mayor parte de los arqueros estas posturas contribuyen o pueden contribuir a favorecer una lesión en el manguito rotador del hombro. Al final llegamos a la conclusión de que el hombro alto o bajo, no es una cuestión de estilo, sino que resulta más conveniente que esté en el lugar adecuado, con lo cual esto no deja mucho espacio para la decisión personal.
En la medida en que voy avanzando por el artículo, me da la sensación de que puede surgir la duda de que estoy dando a entender que prácticamente no queda espacio para el estilo, en realizadad lo que ocurre es que creo que es más conveniente asociar el estilo a elementos que tengan poco que ver con la técnica y más con las rutinas. Por ejemplo a la hora de situarse en la linea de tiro, el ser más o menos meticulosos con la exactitud de colocación de los pies, la forma de sujetar la flecha antes de montarla, si montar la flecha y dejar despues unos segundos para la relajación y concentración o hacerlo al reves, concentrarse y relajarse primero y luego comenzar la rutina con el montaje de la flecha. A este respecto prefiero comenzar la rutina desde la pretensión, con la flecha ya colocada lo que me permite que cuando tenga que bajar, estar preparado para volver a comenzar la rutina sin tener que tocar la flecha. Otro elemento radica en el tipo de rítmo que imprimimos a todo el proceso, la melodía interna que nos recitamos o cantamos para conseguir que el tiro sea continuo. En relación con esto podemos encontrar muchas diferencias entre arqueros, aperturas muy rápidas con relentizaciones muy bruscas o tracciones de la cuerda más lentas con pasos más rápidos por el anclaje.. Aquí si que veo bastante hueco para lo que consideramos “estilo”.
Podemos encontrar otros elementos del estilo en el tipo de pensamiento que nos ayuda a establecer una rutina, o en los ejercicios o elementos que utilizamos para mantener la concentración (esta es la parte oculta del estilo, la que no se ve desde fuera pero que todos manejamos), o quizá también en la forma de terminar el tiro y analizar cada disparo (si es que lo hacemos). En definitiva y siempre desde mi perspectiva personal, el estilo queda muy asociado a las características físicas del arquero y a los aspectos psicológicos y emocionales que manejemos durante la ejecución.
Recuerda pues, que si quieres tener un tiro efectivo, debes regular bien el material y trabajar una técnica correcta hasta que la tengas bien depurada, sin enmascarar la falta de técnica bajo una denominación de estilo personal y regular los aspectos psicológicos a tu gusto. ¡¡ánimo y a trabajar!!.
“El buen material lo hace posible, la buena técnica lo hace eficaz, el buen estilo lo hace cómodo y estético”
Artículo de Alfredo Arias Pérez