Participar en cualquier competición siempre es un reto, hacerlo en modalidad por equipos en
un deporte como el tiro con arco, una fantástica oportunidad y que esta competición tenga una
duración de 24 horas lo convierte en una pequeña aventura, en la Era de la Información. Y
precisamente estos factores hacen estas competiciones tan atractivas.
Como ya es habitual, la organización por parte del Club de Colmenar fue impecable, estando en
todo momento atentos al bienestar y disfrute de los participantes, con detalles tales como la
presencia de una fisioterapeuta para poder combatir los problemas musculares que pudieran
surgir en la primera mitad de competición.
Desde el punto de vista deportivo, el Equipo tuvo un fantástico inicio, posicionándose en la
segunda plaza y alcanzando la posición round tras round, hasta la consecución de uno de los
rounds “por equipos” en el que pagaron su bisoñez – y la falta de presencia de un compañero
en categoría de compuesto – diseñada especialmente para la participación de esta categoría.
Tras el desconcierto – y algún cabreo, más por la falta de información en la normativa que por
la propia prueba – el Equipo se repuso de la caída a la 7ª posición y siguió compitiendo al
máximo nivel hasta recuperarse hasta una más que meritoria 4ª plaza final.
Como competición es todo un reto desde el punto de vista físico, psíquico y competitivo, muy
recomendable para todo el mundo, aunque sólo sea una vez. La realización de unos 6 rounds
para cada participante en ese período tiene un alto requerimiento físico, pero también
psíquico, ya que obliga a estar concentrado casi la totalidad de la competición. También un
esfuerzo organizativo, ya que obliga al equipo a reorganizarse permanentemente para repartir
los esfuerzos, buscar el mejor resultado y apoyar en todo momento al/a los compañero/s que
se encuentran en la línea de tiro.
No obstante y a pesar de la gran experiencia deportiva que supuso, lo más importante y
placentero fue la experiencia personal que supone la vivencia con un grupo de
compañeros/amigos durante todo el fin de semana de competición y las fechas previas de
preparación, lo cual compensa cualquier esfuerzo o “sinsabores” del evento. Una
de las mejores experiencias que se puede disfrutar, en la cual dio tiempo a celebrar incluso el
cumpleaños de nuestra lusa Compañera Ana Sofía (que vino desde Portugal sólo para la
competición), con la inestimable colaboración de Yolanda en la creación de 2 tartas
Espectaculares y la presencia de compañeros como Merche, Rebeca, madre de Ana, Edu, y la
propia Yolanda para animar al grupo. Agradecer la colaboración del Club de Colmenar
paralizando la competición e introduciendo la celebración a través de la música ambiente
instalada. Que te canten el “Cumpleaños Feliz” todos los participantes de una nutrida
competición, tiene que ser algo especial, pero nuestra compañera bien lo vale.
Y lamiéndose las heridas y recomendando a todos la experiencia, sólo queda pensar en la
siguiente convocatoria para volver a revivir la experiencia.
Gracias a todos los miembros del equipo y a los compañeros que estuvieron apoyando tanto
presencial como virtualmente a través de las redes sociales.