Existen algunos parámetros que influyen en la potencia que desarrolla una pala:
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El grosor de la pala.
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El tipo de materiales con que se ha fabricado.
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El efecto de la temperatura de ambiente en el momento del trabajo de la pala.
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La mayor o menor flexión que se imprima en la misma.
De estos cuatro parámetros, dos de ellos, son inamovibles cuando adquirimos la pala: el grosor y el tipo de material. Si es cierto que el material va cambiando sus propiedades con el uso y con el paso del tiempo, pero este factor no afecta directamente al momento en que queremos regular el arco.
Por otro lado, las palas actuales son bastantes fiables respecto a distintas temperaturas, pero no funcionan igual si tiramos un día de invierno con una temperatura de cero grados, o si tiramos un día de verano bajo un sol que imprime una temperatura superior a los 40 grados. Lo primero que deberemos hacer es revisar la puesta a punto del material cuando los cambios son tan extremos.
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En el presente artículo vamos por tanto a reflexionar sobre el cuarto parámetro, es decir como afecta la mayor o menor flexión de la pala a nuestro tiro y que regularemos mediante el ajuste del Tiller.
En primer lugar y aunque parezca nimio, comenzaremos por decir que hay dos formas de entender el concepto de Tiller. Algunos autores entienden que el Tiller es la distancia que hay desde el anclaje de pala en el arco, (medido justo en el límite de la caja del cuerpo del arco), hasta la cuerda, con el arco bien montado.
Para otros autores, el Tiller es la diferencia que existe entre esta medida en la pala superior, menos la misma medida tomada en la pala inferior del arco, es decir la diferencia, sea esta positiva o negativa entre la distancia de cada pala en su anclaje hasta la perpendicular de la cuerda en ese punto.
En este artículo vamos a trabajar con el primer concepto, entendiendo que en un arco hay dos medidas de tiller, el Tiller de la pala superior (al que llamaremos Tiller A, en el segundo gráfico) y el Tiller de la pala inferior (al que llamaremos Tiller B en el segundo gráfico).
Como un primer acercamiento os he puesto una lámina que ilustra la relación que existe entre el Tiller y la potencia de la pala de ese lado del arco.
Por lo general la pala se apoya en el bulón de anclaje (y de regulación lateral en los arcos Hoyt), y se levanta o se baja apretando el tornillo de regulación de potencia, quedando el extremo de anclaje de la pala más alto o más bajo tal y como se aprecia en la siguiente lámina.
Podéis observar tanto en esta lámina como en el caso 1 de la figura siguiente, como cuando el soporte de la pala sube, baja la punta de la pala haciendo que el Tiller se incremente. En el caso contrario, al apretar el tornillo de potencia (no está dibujado en esta segunda lámina) la parte del anclaje baja, esto provoca una disminución del Tiller y a su vez una elevación de la punta de la pala.
Como el largo de la cuerda no cambia, al abrir el arco la punta de la pala tiene que llegar hasta el mismo punto, ya esté el tiller potenciado o disminuido. Esto hace que cuando la pala este elevada (tiller bajo) la punta de pala tenga que realizar mayor recorrido hasta llegar a su posición final. Al realizar más recorrido la pala se dobla más y por tanto acumula más energía que se traduce en un aumento de la potencia. Vemos claramente en la lámina como por tanto, al disminuir el tiller se incrementa la potencia de la pala.
REGULACIÓN DEL TILLER
Una vez que sabemos cual es la relación que existe entre el Tiller y la potencia de la pala, nos queda ver cual es la influencia del Tiller en el arco y como podemos regularlo correctamente.
Para esto es importante que entendamos cual es el funcionamiento del arco en su conjunto.
El disparo en un arco asimétrico
Si dividiéramos un arco (una vez montado), por la mitad, el punto central lo encontraríamos (dependiendo de los modelos) por lo general en el eje de la curva más profunda de la empuñadura (donde metemos la mano para sujetar el arco). En algunos manuales vamos a encontrar distintas nomenclaturas, que en ocasiones no coinciden. Por ejemplo en algunos sitios observamos un punto denominado “punto de sujeción”, “punto de presión”, “punto de perno”, etc. El caso es que la presión se realiza en un punto un poco por debajo del centro geométrico del arco por regla general.
Para lo que en este artículo nos interesa, basta con decir que la flecha no sale por el centro del arco sino por un punto situado aproximadamente una pulgada por encima de este punto. El efecto es evidente, si las dos palas ejercieran la misma presión la flecha saldría recta si estuviera situada en el centro del arco y de la cuerda, pero al no ser así, hay que compensar algunos elementos a fin de conseguir que vuele lo más recta posible.
La forma por la que se ha optado en el arco recurvo, es dar un poco más de presión a una pala que a la otra para equilibrar la dirección de salida de la flecha. Otros aspectos que se regulan también para este fin están relacionados con el punto de encoque (se sube unos milímetros) o el agarre de la cuerda (dos dedos por debajo del culatín y solamente uno por encima).
El concepto básico a tener en cuenta es que cuanto más por el plano central del arco vuele la flecha, más va a aprovechar la energía acumulada y menos interferencias va a tener en su vuelo por estar alineados los vectores de fuerza.
Todos los fabricantes aconsejan unos valores de partida para cada uno de sus modelos en cuanto a la diferencia del Tiller superior respecto del Tiller inferior, que suele estar entre 4 y 8 milímetros mayor en la pala que está situada por encima de la empuñadura.
No obstante y sabiendo que existen otros elementos que tienen que ver con el estilo de cada arquero, como la forma de agarre, la situación del codo de cuerda, o el punto de enfleche, lo mejor es idear un sistema que nos permita afinar a partir de esta medida inicial.
Cierto es también que cuando abrimos el arco existen ciertos niveles de flexión en el cuerpo, o que dependiendo de los estabilizadores que utilicemos, el peso del visor o los torques que coloquemos en el cuerpo se pueden modificar los efectos de la suelta. Para nuestro ajuste vamos a entender que estos aspectos son básicamente despreciables, motivo por el que no los vamos a tener en cuenta.
En la lámina siguiente vemos un arco con el estabilizador y todos los demás elementos montados y sujeto sobre un soporte por la parte de la empuñadura.
La clave está en que si sujetamos el arco de la cuerda por la parte habitual y de la forma habitual, al tirar de la cuerda hacia abajo por una línea paralela a la línea de tiro, el arco debería compensar la fuerza de ambas palas para que después de la suelta el recorrido de la cuerda volviera a realizarse por esa misma línea, lo que sería un indicador de que la flecha saldría recta del arco.
Si en una pared, marcamos una línea perpendicular a la empuñadura como apuntando hacia arriba, y otras dos líneas paralelas, una sobre la línea de tiro por donde debe ir la flecha y otra sobre el punto donde se inserta el estabilizador, se debería cumplir que al tirar de la cuerda por la línea de tiro, el estabilizador permaneciera durante ese tiempo sobre la línea donde estaba en un principio. Si al tirar de la cuerda por el contrario el estabilizador se desplaza en una u otra dirección será señal de que la compensación de las palas no es correcta y hace más fuerza de un lado que de otro, lo que tendrá como causa que la flecha no será empujada a lo largo de la línea de tiro y no volará recta.
Tal y como vemos en la lámina si en una pala aumentamos la potencia (reduciendo el tiller) esa pala estará “más dura” y al comienzo del recorrido cedería menos que la otra pala, arrastrando el cuerpo del arco en su dirección y provocando que el estabilizador se torciera hacia ese lado.
Si vemos que al tirar de la cuerda siempre por la línea de tiro y con la forma de agarre que hacemos habitualmente el estabilizador se desvía hacia un lado, deberemos aumentar el Tiller de ese lado (aflojando el tornillo de potenciación) y repetir la prueba hasta que al tirar el estabilizador permanezca en el mismo sitio.
Entendemos que los elementos fijos sujetos al arco como el visor o los amortiguadores pequeños, afectan al tiro en tanto y cuanto cambian el centro de gravedad del arco, pero no en cuanto a la tensión dinámica del mismo respecto del efecto del Tiller, por ese motivo hemos optado en colgar el arco aprovechando la fuerza de gravedad para que sea más cómodo realizar el ejercicio. No obstante y si alguien entendiera que estos elementos afectan de forma significativa al tiro, podría hacer la misma prueba sujetando el arco sobre el soporte pero tirando de la cuerda sobre una línea horizontal y tomando como referencia las líneas dibujadas paralelas al suelo.
Es muy importante que el soporte del arco sea fino para que se acople al arco y mucho más eficaz si en vez de sujetarlo en un soporte lo sujetamos con la mano fijada en un bastón vertical y hacemos la prueba con ayuda de un amigo que sujete un tablero con las líneas de referencia, así el arco ejercerá el punto de equilibrio sobre el punto de presión y no sobre el centro del arco. Es algo más incómodo pero mucho más exacto. La mecánica sería la misma, o aflojamos la pala del sitio hacia el que vaya la punta del estabilizador, o bien potenciamos la pala contraria, dependiendo de los requisitos de potencia que nos exija nuestro calibre de flecha. Si el calibre estuviera perfectamente ajustado a la potencia que tenemos podríamos hacer las dos cosas conjuntamente, aflojar un pelín la del lado al que vaya el estabilizador mientras apretamos otro pelín la del lado contrario.
Si el arco es tradicional y de un montaje que no permite la regulación del tiller, o bien “calzamos un poco” la pala para que el tiller se regule, o retocar la pala para rebajar su potencia (esto es poco aconsejable si no se tiene experiencia en la fabricación de arcos). Pero si la regulación del ángulo de la pala no es posible, porque el arco es de una sola pieza, y no queremos tocar la estructura de la pala, tendremos que compensar el tiller que tenga el arco (bien de fábrica, o bien por el paso del tiempo), con la forma de agarrar la cuerda, especialmente con el papel que juega el dedo anular. Si el dedo anular se cierra un poco más, aumenta la potencia de la pala inferior, mientras que si se hace menos presión con él, se disminuye la potencia lo que equivaldría a un tiller mayor. El problema es que si se debe meter mucho el dedo anular en la cuerda, el dedo se comenzará a “dormir” y habrá que buscar una protección adecuada para impedir una lesión en la primera falange del dedo (que en una situación normalizada solamente soporta en torno a un 20% de la potencia que trasmite la cuerda en la máxima apertura). De cualquier manera el mejor indicador de que un arco está funcionando bien, siempre es, que la flecha vuele adecuadamente sin hacer “extraños”, lo que también puede buscarse modificando el punto de encoque de la misma en el punto de la cuerda donde mejor rendimiento se obtenga.
Artículo de Alfredo Arias Pérez